Restaurantes con enanismo: "Solo aceptamos efectivo"

¿Sigues viendo el letrero "Solo efectivo" en restaurantes? En plena era digital, esta práctica está condenando a muchos negocios a quedarse pequeños. Descubre las 10 razones contundentes por las que no aceptar tarjetas está limitando el crecimiento de tu restaurante, especialmente en zonas turísticas. Con más de 35 millones de tarjetas de crédito circulando en México, ¿realmente puedes darte el lujo de rechazar estos medios de pago?

Edwin Hernández

11/23/20242 min read

woman in front on brown dining table and chairs inside building
woman in front on brown dining table and chairs inside building

En pleno 2024, ver un letrero que dice "Solo efectivo" en un restaurante es como encontrar un dinosaurio en medio de la Ciudad de México. Con más de 35.5 millones de tarjetas de crédito circulando en el país[3] y una clara tendencia hacia los pagos digitales, los restaurantes que se resisten a aceptar pagos con tarjeta están limitando severamente su potencial de crecimiento.

El panorama actual

En México, el 56% de los comensales verifican si un restaurante acepta tarjetas antes de visitarlo. Esta estadística por sí sola debería ser suficiente para convencer a cualquier restaurantero de modernizarse, pero hay más razones contundentes.

Razones ineludibles para aceptar tarjetas
1. Ventas perdidas garantizadas

El mercado mexicano ha experimentado un incremento del 30% en el uso de tarjetas de crédito en los últimos años[5]. Rechazar estos medios de pago significa perder una porción significativa de clientes potenciales.

2. Ticket promedio más alto

Los clientes tienden a gastar más cuando pagan con tarjeta, pues no están limitados por el efectivo que llevan en la cartera.

3. Rotación de mesas más eficiente

El proceso de pago con tarjeta puede ahorrar hasta 15 minutos en la rotación de mesas[2], lo que significa más servicios y mayores ingresos por día.

4. Seguridad mejorada

Manejar menos efectivo reduce los riesgos de robo y pérdidas, además de facilitar la conciliación diaria de las ventas.

5. Análisis de datos valiosos

Las terminales bancarias proporcionan información crucial sobre patrones de consumo y comportamiento de clientes, permitiendo tomar mejores decisiones de negocio.

6. Competitividad en el mercado

Se proyecta que 8 de cada 10 empresas mexicanas se sumarán a los pagos digitales este año. Quedarse fuera de esta tendencia es quedarse fuera del mercado.

7. Experiencia del cliente moderna

Los sistemas de pago actuales permiten dividir cuentas fácilmente y ofrecer opciones como pagos sin contacto, mejorando significativamente la experiencia del cliente.

8. Facilidad en la contabilidad

Los pagos electrónicos simplifican la gestión contable y fiscal, reduciendo errores y tiempo en tareas administrativas.

9. Acceso al mercado turístico

Con el auge del turismo en México, muchos visitantes internacionales prefieren usar tarjetas por seguridad y conveniencia. No aceptarlas significa perder este importante segmento.

10. Preparación para el futuro

El comercio electrónico representa ya el 23% del total de pagos en México, y esta tendencia seguirá creciendo. Los restaurantes deben adaptarse o quedarán obsoletos.

El costo de la resistencia

Los restaurantes que se resisten a aceptar tarjetas están perdiendo una oportunidad significativa de crecimiento. En el sector comercial, la aceptación de tarjetas alcanza el 64%, mientras que en servicios llega al 46%[5]. Estos números demuestran que existe un amplio margen para la adopción de pagos electrónicos.

La realidad del mercado

Con más de 150 millones de tarjetas de débito en circulación, la realidad es que los consumidores mexicanos están cada vez más bancarizados y esperan poder pagar con sus tarjetas en cualquier establecimiento. Los restaurantes que no se adapten a esta realidad están condenándose a un enanismo autoimpuesto, limitando su crecimiento y perdiendo oportunidades de negocio significativas.

La modernización de los sistemas de pago ya no es una opción, es una necesidad para la supervivencia y el crecimiento en la industria restaurantera mexicana.